Todo parece tan distante, tengo sed, tengo hambre, estoy enfermo de soledad, estoy enfermo de tristeza...
Una partida me rompió un ala, la otra se rompió por el esfuerzo de hacer lo de las dos, las patas se rompieron de tanto caminar por un sendero espinoso, lleno de rocas que pisaba por creer que las podía superar. El pico me duele de tanto arrastrarme detrás de un deseo desesperado de supervivencia, me urge llegar al lago que alcanzo a ver mientras levanto mi pico para clavarlo de nuevo en la tierra y moverme apenas unos centímetros, ya no se si quiero llegar para beber un poco de agua o simplemente para adentrarme en el y esperar a que cubra mi cabeza y me ahogue lentamente, para librarme de la miseria y del dolor que me embarga, ya no se si prefiero el dolor o la ausencia, finalmente la experiencia prueba que no me extrañarán...
Estoy cerca del lago, comienzo a sentir la frescura del agua, un par de movimientos más... sólo queda decidir entre la última gota de esperanza o el sorbo definitivo de la muerte...
miércoles, 11 de mayo de 2011
Suscribirse a:
Entradas (Atom)