miércoles, 16 de noviembre de 2011

Te pertenezco

Del cementerio en la penumbra
en pena las almas vagan
graciosas y gentiles algunas
mas todas algún día se apagan

En las noches las estrellas reinan
y su tiritar ilumina diversos cielos,
firmamentos fingidos que llenan
de banalidades a los ojos sinceros

Así como las estrellas y las almas
nuestras vidas se han de consumir
algunas por agua, otras en llamas
pero todos hemos de morir.

La cuestión no es cuando ni como
sino el arrojo con el que la enfrentemos
firme, seguro, sin enojos
como los héroes de los ancestrales tiempos.

¿Te preocupa qué hay más allá de la muerte?
porque a mí me ilusiona lo que hay más allá de la vida
no importa cual sea nuestra suerte
si finalmente crecemos cada día.

Morir bien, dolorosamente, solo o en compañía
no me importa la forma, el momento o la agonía
me importa que lo que he vivido egoístamente mio
como el agua al río.

Como los pájaros al aire
nosotros le pertenecemos a alguien
huesuda, flamante e infalible
sin ojos, sin carne,
pertenecemos a ella y hemos de entregarnos
queriendo o no, a tiempo siempre,
nuestro reloj camina, avanza inexorable
más vale que cada paso valga la pena recordarle.

martes, 15 de noviembre de 2011

Mi nube

Una noche como esta, caminaba sin rumbo fijo, el cielo está nublado y viajo a mis adentros mientras sigo el camino. No sé en qué momento una de esas nubes estaba debajo mío, pero el suelo era de algodón, el viento surcaba mis oídos. Le pedí a la nube que me llevara a la luna, en algún momento me quedé dormido... al despertar me hallaba enredado entre el cuerpo de una serpiente que me embelesaba con su aliento tibio, su cara era confusa,parecía hermosa al principio, conforme la velocidad arreciaba, parecía que se desfiguraba para que viera la realidad de lo que creía tentación, de lo que creía mi vida, de lo que pensaba mio eternamente.
La nube comenzó a desmoronarse debajo mio mientras lloraba porque la había traicionado,no se si sus lágrimas eran de calor o si eran de tristeza, había dejado entrar un ave en nuestro paraíso, aunque era algo más similar a una gárgola disfrazada de gorrión que conforme la nube caía por el peso de la mentira, el calor de la tierra la comenzó a hacer neblina, triste por mi nube y por tu ausencia no supe distinguir lo que eras. Pero salió el sol y supe donde estaba, donde comencé antes de estar contigo... en el suelo, pero de pie.
Hoy todo está claro, hoy recuerdo que fuiste tu la que nos tomó por asalto, tu maldita gárgola, ente oscuro que vive de hacerse necesaria y largarse cuando parece indispensable, hoy lo sé, hoy... tantos años después lo entiendo, hoy mi nube está en el cielo y estoy más cerca de la luna y nadie me la quitará de nuevo,no habrá víboras oportunistas que se atrevan a tocar lo que es mio, si es que alguien llega tendrá su propia nube y volará junto conmigo... pero esa no eres tu.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Hoy me voy

Esta noche es más fría que cualquier otra noche de mi vida, esta noche, no hay estrellas, ni luna que alumbre la oscuridad de mi soledad, se que mañana me levantaré y todo seguirá igual, que mañana tendré tantas cosas que hacer, que no me acordaré de ti, que nadie me verá llorar por que no estás.
Si crees que te fuiste, no te des tanta importancia, por favor, no seas vanidosa, no te fuiste porque nunca llegaste, no te fuiste porque cada momento en el que pudimos haber estado juntos, te inventabas algo para huir, no te fuiste porque, si bien estuviste dentro, no fuiste certeza y hoy... maté a la duda...
No esperes que te busque de nuevo, ni esperes que cuando me busques te reciba igual, de hecho no estoy seguro de recibirte... pero en este momento acabo de asesinar vilmente a aquello que estuve buscando durante tanto tiempo y no tengo el más mínimo remordimiento, hasta hace poco te quise y creí que tu me querías, he ahí mi error, pero no hay mal que por cerebro venga, los males vienen del corazón, pero lo acuchillé y se desangró rápida e indoloramente, tal vez sea muy sádico lo que digo, pero sinceramente no me importa en lo más mínimo, mi alma está tranquila, mi corazón renació poco después y hoy me voy como lo que soy, un caballero andante que sigue en busca de molinos y doncellas, no como lo que pude haber sido: tu perro, tu hombre, tu amante, tu tapete...
Hoy me voy con la cabeza tan alta como cuando llegué, sigo viendo al cielo, las estrellas comienzan a materializarse, la luna llena me alumbra como antes, la tristeza quedó atrás. ¡Qué fácil fue olvidarte! ¡Adiós!