Sombras que crecen en las profundidades,
lunas que permanecen apagadas,
soles calcinantes que anuncian hecatombes,
sobre un camino con estacas apiladas.
Los ojos cegados por los contrastes,
las manos inútiles por las quemaduras,
los pies agrietados por las heridas
que sangran purulentas... incesantes.
Los jinetes tocan sus trompetas
las plagas nos inundan
el momento de la verdad se acerca
la oscuridad perpetua o la luz profunda
son las opciones que la no vida presenta.
Humanos inconscientes
¿qué no se dan cuenta
que mientras más viven, más mueren?
Se preocupan por sus culpas
sin darse cuenta de lo que quieren.
Róbenle a la vida
los momentos en los que mueren,
logren que el tiempo sienta remordimiento
que las culpas pertenezcan a lo permanente
por que es a partir de esto
que la existencia logra ser trascendente.
jueves, 30 de junio de 2011
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