martes, 5 de abril de 2011

A quién le pueda interesar...

A quien le pueda interesar, en especial a las mujeres:
Me permito, sin ambajes, dirigirme a ustedes por este medio que se me antoja lejano y frío, con estas letras que no salen de mi puño, pero sí de lo más profundo de mis soledades, mis desilusiones y este maltrecho y bastante seco corazón.
Y es que en esta carta anuncio que mis aspiraciones de Don Juan quedan atrás con tal de buscar lo sublime sobre lo carnal, en esta renuncia a ser amado, no renuncio a amarlas más, a todas y cada una de ustedes, pero no amar para tener, no amar para compartir, no amar para trascender, sino amar como la tierra ama a sus frutos, sin esperar siquiera una mirada atrás, mucho menos una sonrisa... no hablemos de un te amo.
Amar por el simple gusto de hacerlo, por el simple hecho de que existen, porque aunque mi vida es bastante soslayable y solitaria... incluso un tanto patética, eso no quiere decir que no tenga el mismo o más amor que el que los demás tienen para dar, simplemente no estoy dispuesto a recibirlo, el no es para mí aunque yo sea gracias a él, por él y de él.
En estas palabras delcaro el amor más puro y profundo, no el prófano ni el lujurioso, no el pasional ni el meloso, sino aquel que lejos de buscar reconocimiento, encuentra calor en las profundidades de mi propia soledad, en el mero silencio que me atrevo a romper porque sé que aunque sea gritado y permanezca escrito, no será escuchado.
No imploro por una compañera, no necesito un encuentro casual, un idilio o un delirio, mucho menos un olvido... ese me sobra. Busco simplemente que comprendan que si un día están proundamente solas, que si un día se encuentran tristes, que si la vida les da la espalda y el amor se aleja de ustedes, tengan presente que siempre... absoluta e incondicionalmente siempre habrá alguien esondido entre las sombras de su recuerdo para llenarlas de calor, ese que entibia y da fuerza a los enfermos del corazón y que cuando mejoran los deja ir, progfundamente agradecido por el tiempo que lo recordaron para olvidarlo de nuevo.
Sin más que decir...
Su fiel Lacayo.
PD. El día que muera, hagan lo que quieran, pero con la fiel promesa de que serán felices.

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